CAZADORES Y CAZADOS

CAZADORES Y CAZADOS
Cada día en las selvas, praderas, desiertos y páramos congelados, se llevan a cabo numerosas peleas entre los animales carnívoros y sus presas. Observa a los guepardos unir sus fuerzas para vencer a un avestruz y sé testigo de cómo una pequeña comadreja es capaz de derrotar a un conejo diez veces más grande que ella. Además, podrás ver cómo una orca asesina roba las crías de un elefante marino, cómo una ardilla consigue burlar a una serpiente cascabel y cómo un murciélago pescador es capaz de volar a 100 kilómetros por hora.

La capacidad de aprender de las experiencias del pasado desarrollando soluciones novedosas a sus problemas, ha permitido el florecimiento de los mamíferos en los entornos más exigentes. En ningún lugar esto resulta más evidente que en la lucha de vida y muerte entre los cazadores y los cazados.

En el norte de Kenia, tres hermanos guepardo viven juntos, trabajando como una coalición para mantener su territorio. De manera excepcional, han aprendido a unir sus esfuerzos para cazar presas que la mayoría de los otros guepardos no se atreverían a enfrentar: avestruces. Debido a que los guepardos macho no desempeñan ningún papel en el cuidado de sus crías, esta novedosa adaptación probablemente desaparecerá cuando los tres hermanos mueran.

Los mamíferos hembra suelen cuidar de sus crías por largos períodos de tiempo, permitiendo a los jóvenes aprender habilidades de su madre que podrían proporcionarles una ventaja en la lucha por la supervivencia. Frente a las Islas Malvinas, en el Atlántico Sur, vive una manada de nueve orcas (ballenas asesinas).

Una de las hembras ha aprendido a escabullirse en una piscina de mareas en la que las crías de los elefantes marinos aprender a nadar. En un acto de osadía extrema, se ladea peligrosamente en los bordes de la piscina para tratar de atrapar a un ingenuo cachorro. Ningún otro ejemplar es capaz de llevar a cabo tal acto, aunque la cría de la orca que sí puede hacerlo está aprendiendo la técnica al seguir a su madre.

Los mamíferos también tienen la habilidad de utilizar sus sentidos de diferentes formas que desafían nuestra imaginación. Los topos de nariz estrellada de Canadá tienen las narices y sentido del olfato más impresionantes del mundo. Sus fosas nasales están bordeadas por 22 lóbulos que simulan pequeños dedos. Estos lóbulos muy sensibles al tacto permiten que el topo encuentre y consuma el alimento más rápido que cualquier otro mamífero. Pero los sentidos del topo son aún más sorprendentes cuando se sumerge bajo el agua. En otra situación nunca antes vista en televisión, VIDA revela un nuevo descubrimiento realizado recientemente por varios científicos: el topo exhala una burbuja de su nariz para luego volver a inhalarla. Efectivamente, el topo de nariz estrellada es capaz de oler debajo del agua a la increíble velocidad de 10 veces por segundo.

Algunos mamíferos son tan inteligentes que se aprovechan de los agudos sentidos de los demás animales para burlar a sus depredadores. En el bosque Bnadhavgarh de la India, los venados chital viven bajo la amenaza constante de los tigres. Sin embargo, los venados también cuentan con fuertes aliados que habitan en los árboles: los monos colobinos. Las alarmas de los monos generalmente sirven para advertir a los venados de la amenaza inminente de un tigre de caza.

Los mamíferos depredadores también poseen sus propias tácticas. En Florida Bay, Estados Unidos, los delfines han aprendido a acorralar a los peces creando aros de lodo alrededor de ellos (estos aros son generados por el delfín líder mediante el golpe de su cola contra el fondo marino, mientras nada en un círculo cerrado alrededor del cardumen). Los peces quedan tan desorientados a causa de esta pared de limo avanzando hacia ellos, que entran en pánico saltando fuera del aro, directamente hacia las bocas expectantes de los delfines.

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